El término “entre técnicas” es para mí una ayuda importante a fin de entender lo que es el aikido. A pesar de que el nivel de nuestro arte ha alcanzado un enorme progreso técnico, gracias a las habilidades de enseñanza y el conocimiento del aikido de sus practicantes, creo que el momento que transcurre entre dos técnicas es con frecuencia malinterpretado.
Para mí, es muy importante usar este momento de “no contacto” con el compañero para prepararnos frente a cualquier variación que Uke nos ofrezca. Es esencial el mantener este esfuerzo de atención sobre nuestro cuerpo para mantener el mismo ritmo que uke. Un ataque no es únicamente el contacto entre dos compañeros, sino más bien, es una evaluación constante de la distancia de uke, cómo se pone de pie y cómo se prepara para un ataque.
En cuanto a mí concierne, existe solo un ataque espontáneo que toma lugar entre tori y uke: el primero. Todos los demás serán esencialmente en función de como tori ha proyectado o inmovilizado a uke. Dependiendo de la fuerza de la proyección, del dolor causado por la torsión de la muñeca, uke no regresará hacia tori de la misma forma, con el mismo estado mental, con la misma tensión del cuerpo. Por tanto, es esencial que tori permanezca atento al final de cada técnica para así percibir la mejor manera de abordar el próximo contacto, que estará fuertemente influenciado por la forma en que Uke ha percibido la técnica.
Debemos hacer el máximo esfuerzo durante ese tiempo de descanso; porque a través de ese esfuerzo, el cuerpo sabrá exactamente qué hacer. La actitud de tori y uke es crítica para la realización de las técnicas siguientes.
En japonés, ki no nagare (el flujo del ki) evoca el río donde el agua no se detiene y no se detendrá nunca. Los obstáculos solo afectan su velocidad y cambian su dirección. Uke representa estos “obstáculos” y es nuestro deber encontrar el ritmo adecuado y la velocidad correcta, para así no quebrar el ki que vive en nosotros y nos lleva a seguir adelante.
La única forma que he encontrado para preservar ese ritmo es no sancionar a uke cuando éste nos sorprende y focalizar nuestra atención en estos momentos de “descanso” sin contacto.
Sin contacto se utiliza aquí en su sentido físico, porque es obvio que siempre existe contacto visual, auditivo y quizás olfativo entre ambos compañeros. Esto es por qué creo que todos los practicantes deberían rendirse respecto de la búsqueda del “éxito técnico” y más bien centrarse en los momentos sin contacto, para poner en práctica un sentimiento de reflexión más que la urgencia por un resultado. Poner en acción todos nuestros sentidos con el fin de mantener la belleza, la justicia y la honestidad de nuestro arte.
Artículo traducido de http://www.guillaumeerard.com/aikido/articles/between-techniques. Originalmente publicado en http://www.aikido-gouttard.com/reflexions-sur-laikdo/lentre-technique.html